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29 julio 2025

Crisis económica: aumenta el consumo de cortes de pollo baratos ante la caída del poder adquisitivo

Crece la demanda de carcasas, alitas y menudos de pollo por el impacto económico actual.

La actual crisis económica está generando cambios significativos en los hábitos de consumo. Con el deterioro del poder adquisitivo, cada vez más personas optan por productos de bajo costo para preparar sus comidas diarias.

En este contexto, las pollerías registran un aumento en la venta de cortes económicos como carcasas, alitas y menudos de pollo. Estas opciones, que en otro momento fueron consideradas como subproductos, hoy ocupan un lugar central en la mesa de muchas familias.

La inflación cede, pero el bolsillo sigue ajustado

Si bien algunos indicadores económicos reflejan una desaceleración inflacionaria y se observan señales de apertura en el mercado cambiario, la situación económica cotidiana no mejora al mismo ritmo. En comercios de alimentos, se evidencia una tendencia creciente a priorizar el precio por sobre otras variables como la calidad o el valor nutricional.

Supermercados y carnicerías de distintos puntos del país reportan una caída en la venta de cortes tradicionales y un incremento sostenido en la demanda de opciones más accesibles.



De descarte a producto de consumo masivo

En barrios del interior, comerciantes confirman que los cortes económicos de pollo ganan protagonismo. Las carcasas, alitas y menudos dejaron de considerarse sobras y pasaron a ser utilizados como base para caldos, sopas y guisos.

Mario, de 57 años, con una década al frente de una avícola, comentó que "si bien el pollo siempre fue más económico que la carne vacuna, nunca antes se había vendido tanta carcasa o menudo como en la actualidad".



Pechuga de pollo: un corte que dejó de ser habitual

La pechuga de pollo, uno de los cortes más populares por su bajo contenido graso y versatilidad, se volvió prácticamente inaccesible para muchos consumidores. Marcelo, de 48 años, que trabaja en una pollería del conurbano bonaerense, señaló: "Lo que más se vende es lo que menos cuesta. La pechuga, que ya era cara, ahora directamente casi no se lleva. Se volvió un lujo".



Filas largas por cortes accesibles

En recorridas por comercios de distintos barrios, se observan filas en las puertas de locales que ofrecen cortes avícolas a precios bajos. En Chacarita, María, de 70 años, esperó más de 15 minutos para adquirir menudos y carcasas. "Soy jubilada, llevé diez kilos. Con eso me arreglo para toda la semana", explicó.

Su esposo, Oscar, de 74 años, hace changas. "Con lo que ganamos entre los dos no alcanza", dijo. La pareja tiene tres hijos y expresa que esta situación económica resulta más complicada que otras vividas anteriormente.



Los hogares ajustan el menú a las posibilidades

Sabrina, de 36 años, trabaja como administrativa y vive en San Justo. Compra alitas con frecuencia para su hija. "Mi nena las adora y, además, son lo más accesible. Me encantaría llevarle lomo, pero no llego con lo que cobro", señaló.

Este tipo de testimonios reflejan un fenómeno extendido: muchas familias ajustan su alimentación a lo disponible, resignando cortes más caros en favor de aquellos que puedan rendir más en preparaciones como guisos o caldos.

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