Residentes de Fort Collins, Colorado, reportaron conejos con extrañas protuberancias oscuras en la cabeza y el rostro. Las autoridades de Colorado Parks and Wildlife (CPW) aclararon que se trata del virus del papiloma del conejo de cola de algodón, una infección conocida en esta especie que no supone riesgo para humanos ni mascotas, pero que exige no tocar ni manipular a los animales silvestres.
Resumen del caso en Fort Collins
La inquietud comunitaria se originó en vecindarios del sureste de Fort Collins, donde se documentaron conejos con crecimientos alargados y de color oscuro alrededor de la boca, la frente y otras áreas de la cabeza. Los reportes fueron difundidos por medios locales y nacionales, lo que motivó la intervención informativa de CPW para explicar el origen de estas excrecencias.
Qué se observó en los animales
Los testigos describieron estructuras semejantes a púas, “cuernos” o apéndices que recordaban a tentáculos. En las fotografías compartidas por residentes se aprecian formaciones de tonalidad negra que sobresalen en diferentes direcciones y que, en algunos casos, parecen endurecidas o costrosas. Este aspecto inusual provocó confusión y temor sobre su naturaleza y posibles contagios.
Diagnóstico: virus del papiloma del conejo de cola de algodón
Según Colorado Parks and Wildlife, la causa es el virus del papiloma del conejo de cola de algodón (conocido en inglés como Cottontail Rabbit Papillomavirus). Este agente provoca verrugas y nódulos cutáneos que pueden crecer hasta generar salientes alargadas. Se trata de una patología específica de conejos y no afecta a humanos, perros u otras especies silvestres según la evidencia disponible.
Cómo se transmite entre conejos
La transmisión se asocia principalmente a vectores como pulgas y garrapatas, particularmente durante los meses cálidos cuando la actividad de insectos es mayor. También puede producirse por contacto directo entre conejos, aunque esa vía se considera menos frecuente. Esta dinámica explica la aparición de brotes estacionales y la concentración de casos en determinadas áreas urbanas y periurbanas.
Características de los crecimientos
Las lesiones suelen comenzar como pequeños nódulos y evolucionar hacia excrecencias alargadas que pueden adoptar formas irregulares. A medida que crecen, es común que presenten una superficie costrosa o endurecida. La localización perioral y periorbital es habitual, lo que, en situaciones avanzadas, puede dificultar la alimentación o obstruir la visión del animal afectado.
¿Supone un riesgo para las personas o las mascotas?
De acuerdo con CPW, no existen evidencias de que este virus se transmita a humanos ni a perros u otras mascotas. La infección permanece restringida a los conejos de cola de algodón y especies relacionadas. Aun así, la recomendación oficial es mantener distancia y evitar cualquier intento de captura, tratamiento casero o traslado de animales silvestres enfermos.
Recomendaciones para la comunidad
Las autoridades solicitan no tocar a los conejos y no intervenir sin orientación profesional. En caso de observar varios ejemplares afectados en un mismo sector, se aconseja notificar a CPW u oficinas locales de manejo de vida silvestre. También se sugiere controlar pulgas y garrapatas en mascotas y evitar que perros u otros animales domésticos persigan o acosen a la fauna nativa.
Pronóstico y posibles complicaciones
En numerosos casos, las lesiones cutáneas son benignas y los conejos pueden sobrevivir varios inviernos con crecimientos persistentes. Sin embargo, se han documentado progresiones a carcinoma de células escamosas, una forma de cáncer de piel potencialmente mortal si no se trata. Cuando los tumores obstruyen el acceso al alimento o lesionan estructuras oculares, el pronóstico se complica por desnutrición o infecciones secundarias.
Impacto en conejos domésticos
El riesgo aumenta para conejos domésticos mantenidos en exteriores, donde la exposición a vectores es mayor. La recomendación veterinaria es limitar el acceso al exterior, instalar barreras físicas, utilizar programas de control de ectoparásitos apropiados y consultar al profesional ante cualquier nódulo o crecimiento anormal. En animales de compañía, la enfermedad puede presentarse de forma más severa y requerir atención clínica específica.
Qué hacer ante un avistamiento
Si se observa un conejo con crecimientos negros o conductas anómalas, la guía básica es mantener distancia, evitar el contacto y no alimentar al animal. La manipulación puede estrésarlo y provocar heridas. Registrar la ubicación y reportar a las autoridades de vida silvestre permite evaluar la situación y, si corresponde, implementar medidas de manejo.
0 comments:
Publicar un comentario