El consumo de caña con ruda en ayunas cada 1° de agosto es una tradición extendida en Argentina y otros países de Sudamérica. La práctica tiene como finalidad proteger la salud durante el invierno, alejar la mala suerte y rendir homenaje a la Pachamama. El acto de beber caña con ruda simboliza un gesto de prevención y agradecimiento vinculado al inicio del mes de agosto.
Origen y raíces culturales
La tradición proviene principalmente del noreste argentino, con fuerte presencia en Misiones y Corrientes, y tiene raíces en la cultura guaraní. A lo largo del tiempo, se mezclaron elementos de los pueblos originarios con prácticas traídas por los jesuitas y la influencia de la colonización hispánica.
Según el antropólogo José Humberto Miceli, este ritual busca "atajar el mal, la enfermedad y la miseria". El mes de agosto era considerado un período crítico por las condiciones climáticas adversas, por lo que la ingesta de esta bebida actuaba como una forma de prevención popular.
Relación con la Pachamama
El 1° de agosto también se celebra el Día de la Pachamama, una fecha que representa la conexión espiritual con la Madre Tierra. Aunque no se trata del mismo ritual, ambas prácticas comparten un enfoque común: el respeto por la naturaleza y la búsqueda de equilibrio entre cuerpo y entorno.
Muchos participantes entienden el consumo de caña con ruda como parte de un acto más amplio de agradecimiento y reconexión con las fuerzas naturales, manteniendo viva una cosmovisión ancestral.
Cómo se prepara la caña con ruda
La preparación tradicional consiste en dejar macerar hojas de ruda macho en caña blanca (aguardiente) durante un mínimo de 30 días. Algunas personas le agregan cáscaras de naranja o miel para mejorar el sabor.
Existe la creencia de que la botella debe permanecer al sereno durante la noche previa al 1° de agosto, de modo que se cargue con una energía especial, interpretada como un poder de bendición.
Formas de consumo
La regla más difundida indica que se deben tomar tres sorbos en ayunas, aunque otras versiones mencionan siete tragos o un vaso completo. En el caso de los niños, es común trazar una señal de la cruz en la frente con el dedo mojado en la bebida.
Durante el momento del ritual, se pronuncian frases populares como: "Caña con ruda, contra el mal ayuda" o "Julio los prepara y agosto se los lleva". Si alguien olvida consumirla el 1°, se acepta hacerlo hasta el 15 de agosto.
Precauciones y contraindicaciones
A pesar de su valor cultural, esta práctica tiene contraindicaciones. No se recomienda a personas con enfermedades hepáticas o renales, ni a mujeres embarazadas. La ruda contiene compuestos activos que pueden resultar perjudiciales en ciertos casos.
Ante cualquier duda, es aconsejable consultar con un profesional de la salud antes de ingerir la bebida.
Dimensión comunitaria del ritual
En diversas localidades, la caña con ruda se comparte en reuniones familiares, actos comunitarios o encuentros entre vecinos. Es un gesto colectivo que expresa cuidado mutuo y sentido de pertenencia.
La transmisión de este ritual entre generaciones ha permitido que se mantenga vigente, incluso en contextos urbanos y entre jóvenes. Cada año, el número de participantes crece, y el interés se refleja en el aumento de búsquedas en Google Trends en torno al 1° de agosto.
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