El expresidente Donald Trump afirmó que la guerra entre Israel e Irán ha terminado, tras una ofensiva aérea encabezada por Estados Unidos. A través de su plataforma Truth Social, declaró un alto el fuego “completo y total”, aludiendo a una negociación en la que Irán detendría primero las hostilidades, seguido por Israel 12 horas después. Trump elogió a ambos países y denominó el conflicto como "LA GUERRA DE LOS 12 DÍAS".
Pese al anuncio, no existe un acuerdo formal firmado entre las partes. Funcionarios iraníes afirmaron que cesarían el fuego si Israel hacía lo mismo. Sin embargo, antes del vencimiento del plazo, una última descarga de misiles iraníes impactó el sur de Israel, provocando tres muertes. Según analistas, podría tratarse de una salva final simbólica.
La ofensiva aérea de Estados Unidos
El 22 de junio, bajo el nombre de Operación Martillo de Medianoche, bombarderos B-2 de Estados Unidos ejecutaron una misión de 37 horas desde Misuri. El objetivo fue atacar las instalaciones nucleares de Irán en Natanz y Fordow con 14 bombas GBU-57, también conocidas como Penetradores de Artillería Masiva (MOP).
A esta operación se sumaron aproximadamente 30 misiles de crucero Tomahawk lanzados desde submarinos estadounidenses, que impactaron complejos nucleares en Isfahán. Esta acción destruyó infraestructura clave del programa nuclear iraní.
La represalia iraní y el anuncio de cese
En respuesta, Irán disparó 14 misiles contra la base aérea estadounidense de al-Udeid en Catar. Todos menos uno fueron interceptados, y no se registraron heridos debido a una alerta temprana. Dos horas después, Trump proclamó oficialmente el alto el fuego.
El vicepresidente J.D. Vance afirmó que la incursión había cumplido sus objetivos, asegurando que Irán no podría construir un arma nuclear en el corto plazo. Estimaciones iniciales indican que las reservas de uranio enriquecido habrían sido destruidas durante el ataque.
Incertidumbre sobre la duración del alto el fuego
Aunque ni Israel ni Irán han confirmado de forma oficial el alto el fuego, ambos tienen incentivos para cesar los enfrentamientos. Irán ha evitado históricamente confrontaciones directas con Estados Unidos, optando por la estrategia indirecta a través de milicias regionales.
Por su parte, fuentes militares israelíes indican que la mayoría de los objetivos estratégicos ya han sido alcanzados. El primer ministro Benjamín Netanyahu podría considerar declarar la victoria de forma unilateral, especialmente tras el respaldo público de Trump a su actuación.
Aunque las instalaciones han sido destruidas, Irán conserva el conocimiento para producir armas nucleares. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) informó que se desconoce el paradero de los 400 kg de uranio altamente enriquecido iraní, lo que plantea preocupaciones sobre un posible reinicio clandestino del programa.
Durante su presidencia anterior, Trump derogó el acuerdo nuclear de 2015 firmado por Barack Obama, el cual limitaba el enriquecimiento bajo supervisión internacional. Ahora, exige una política de “enriquecimiento cero”, y su enviado especial propuso que Irán solo enriquezca uranio fuera de su territorio, en un consorcio regional. No está claro si esa propuesta sigue en discusión.
Estabilidad en Oriente Medio y los riesgos persistentes
La pregunta central ahora es si Oriente Medio podrá mantenerse estable bajo el actual régimen iraní. Israel sostiene que si detecta un nuevo programa nuclear, actuará nuevamente, con o sin apoyo de Estados Unidos. También buscará limitar las armas convencionales iraníes y su respaldo a milicias extranjeras.
El 23 de junio, Israel bombardeó instalaciones de represión internas como la prisión de Evin y el cuartel general de la milicia Basij, sin lograr incitar un levantamiento popular. A pesar de ello, algunos sectores consideran que, si la guerra termina, los iraníes podrían responsabilizar al ayatolá Alí Jamenei por los costos sufridos.
El rol de Estados Unidos en el nuevo equilibrio
Con su intervención, Estados Unidos reafirmó su papel en la región. Sin embargo, dentro de la administración Trump existen sectores que buscan limitar el involucramiento militar global, centrando esfuerzos en contener a China en el Pacífico.
El vicepresidente Vance declaró que el futuro del régimen iraní debe ser decidido por su pueblo, pero advirtió que si Irán intenta desarrollar armas nucleares nuevamente, enfrentará la fuerza de un ejército estadounidense muy poderoso. Esta declaración refleja una postura de presión sin compromiso directo prolongado.
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