El 20 de febrero de 1956 quedó grabado en la memoria de la ciudad con una imagen que aún hoy asombra: la captura de un colosal pez luna (Mola mola) en las costas del Golfo San Jorge. El evento no solo sorprendió por el tamaño del ejemplar, sino también por su rareza en estas latitudes. Con el Cerro Chenque de fondo y decenas de curiosos observando, la escena fue inmortalizada en una fotografía que ya es parte del archivo histórico regional.
Una criatura oceánica fuera de su ruta habitual
El pez fue capturado en Bahía Solano, a unos 40 kilómetros al norte de Comodoro Rivadavia. Medía 2,60 metros de largo por 1,60 metros de alto, y su peso rondaba los 1.200 kilogramos. El hallazgo representó un hecho sin precedentes: se trataba del ejemplar más austral registrado hasta entonces en el Atlántico Sur.
El Mola mola es una especie pelágica que habita principalmente en aguas templadas y tropicales de todos los océanos. Es conocido por su apariencia casi alienígena: cuerpo redondeado, aletas prominentes y ausencia de una cola definida. Suele desplazarse lentamente y alimentarse de zooplancton gelatinoso, como medusas. Sin embargo, su presencia en latitudes tan frías como las del golfo patagónico resulta inusual y, en este caso, se convirtió en una oportunidad única para la comunidad científica.
Impacto local y relevancia científica
La captura del pez movilizó a autoridades locales, científicos y pobladores que no quisieron perderse la oportunidad de observarlo de cerca. Días después, investigadores del Museo de La Plata documentaron el hallazgo en una publicación científica de 1957, aportando detalles morfológicos y datos sobre su contexto geográfico.
La fotografía tomada en el puerto de Comodoro, con el imponente cerro Chenque al fondo y una multitud observando al animal colgado de una grúa, es hoy un testimonio valioso no solo desde el punto de vista biológico, sino también cultural. Muestra una época en la que la curiosidad por la naturaleza y el asombro colectivo podían transformarse en momentos históricos para toda una ciudad.
¿Qué hacía un Mola mola en el Golfo San Jorge?
Aunque no existen respuestas definitivas, se barajan varias hipótesis. Una de ellas sugiere que las corrientes marinas pudieron haber arrastrado al pez desde zonas más cálidas. También se especula con una posible desorientación del animal o un cambio climático temprano que alteró temporalmente las temperaturas del agua.
Lo cierto es que, hasta hoy, el hallazgo sigue siendo uno de los registros más australes de esta especie en el mundo. Su presencia en los archivos del Museo de La Plata y en blogs históricos como "Rada Tilly en el pasado" permite recuperar un fragmento de la historia natural y social de la región.
Un recuerdo vivo entre generaciones
Más de seis décadas después, la historia del pez luna continúa viva en la memoria colectiva de Comodoro Rivadavia. Muchos vecinos aún recuerdan la conmoción que generó, y las fotografías siguen circulando como piezas icónicas del pasado. Su captura no fue solo un evento biológico inusual: fue también una ventana al mar profundo y una demostración de cómo la naturaleza puede sorprender incluso en los lugares más remotos.
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