Muchas preguntas surgen aún sobre cómo sienten los animales los vínculos con los humanos, y por ende las pérdidas cuando su cuidador o un miembro de la familia fallece. A continuación develaremos algunas de las causas de su comportamiento en dicha situación.
Lo cierto es que tanto estudios científicos como la experiencia en las relaciones con nuestras mascotas nos demuestran que los animales, en este caso los perros, son muy receptivos a la hora de empatizar con nuestro estado de ánimo, y saben cuándo estamos felices, tristes, y nos brindan su compañía en cada caso.
Y aunque nos encantaría que los fallecimientos sean algo que también entendamos por igual, no es tan fácil en el caso de nuestros amigos caninos.
A lo largo del tiempo, los científicos llegaron a la conclusión de que los animales no entienden la muerte al igual que nosotros, y no saben que la persona fallecida no volverá más. También sabemos que no poseen el mismo sentido de la permanencia que nosotros, por lo que cuando su dueño fallece, pueden procesarlo como que los ha abandonado a propósito, y esperan a que vuelva.
¿Qué cambia en los perros cuando el dueño fallece?
Con el pasar de los días, el perro puede empezar a notar que su cuidador no regresa, y demostrar su tristeza y preocupación de varias maneras:
- No quiere jugar
- Duerme mucho
- Come menos
- Podría aullar o ladrar con más frecuencia
También se suma que va a empatizar con los miembros de la familia que estarán tristes por la pérdida, y demandará más atención para distraerlos y ayudarlos.
¿Cómo ayudarlo?
Casos como el de Hachiko nos demuestran que si no ayudamos a sobrellevar la pérdida, el perro puede quedarse esperando para siempre, fiel a su cuidador que no volvió.
Hay muchas maneras de ayudarlo a olvidar y llevarlo a una nueva rutina donde vuelva a disfrutar de sus juegos y estar con otros miembros de la familia, entre las que están:
- Seguir paseando en los horarios de siempre
- Premiar sus paseos y juegos exitosos
- Continuar con la rutina como si la persona fallecida siguiera en casa
- Probablemente se una más a otro miembro de la familia u otra mascota, entenderlo y acompañarlo en eso
- Cuidar la socialización y el adoptar otra mascota, ya que en su luto podría estar más propenso a sentirse invadido.
No dejarlo estar triste
Es normal que cuando perdemos a un ser querido, nuestra vida cambie y nos concentremos en nuestro propio luto, y en las cosas que tenemos que hacer.
En ese momento podemos llegar a olvidar que las mascotas sienten al igual que nosotros, y que no entienden qué está pasando. Es ahí cuando debemos estar presentes y evitar que sufran más y se sientan dejados de lado, ya que al igual que las personas, si pasan mucho tiempo en ese estado, es muy difícil que se recuperen.
Acompañarlos en la transición a una vida sin la persona que era parte de ellos, hará que vuelvan a estar tranquilos, y que se una más a quien lo ayudó en el proceso.
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