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29 diciembre 2022

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Se recibió de médico trabajando como barrendero: "Varias veces pensé en dejar, pero seguí adelante". Conocé la historia de Dario.

Se recibió de médico trabajando como barrendero: "Varias veces pensé en dejar, pero seguí adelante". Conocé la historia de Dario.



Los vecinos de la ciudad de Rosario festejan a dos personas en el cierre de año: a Lionel Messi, y a Darío Giusepponi. Es que la historia de superación de este rosarino conmovió a todos cuando el pasado 6 de diciembre rindió su última materia de la carrera de Medicina.

Darío tiene 37 años y viene de una familia sencilla, donde el padre taxista y la madre ama de casa educaron a sus cuatro hijos para perseguir sus sueños y trabajar con perseverancia.

Así es que Darío trabaja como barrendero de la ciudad de Rosario hace ya varios años, con una jornada de 6am a 12 hs, llueva, haga frío o calor, recorre 2 km diarios barriendo, con el apoyo de los vecinos que ya lo conocen y le ofrecen bebidas o calientes según la época del año.

Este espíritu de esfuerzo y conexión con la gente es el que lo impulsó a estudiar medicina, rindiendo dos veces el ingreso pero nunca dándose por vencido. "Siempre tuve claro que quería ser médico. Si me preguntan dónde quiero pasar el resto de mi vida, pienso en un hospital", afirma Darío.



La importancia del apoyo

Junto al apoyo de su gremio, que lo ayudó a asistir a las clases y lo motivaban siempre a seguir adelante, y junto a sus compañeros de trabajo, logró terminar la carrera a pesar de trabajar para mantenerse. "Es muy difícil estudiar y trabajar porque la carrera demanda mucho tiempo de estudio y de cursado, los horarios son muy complicados. Yo cursaba en el turno noche, pero tenía materias que empezaban a las 12 del mediodía. Es muy complicado, muchas veces terminaba de trabajar y me iba directo a cursar", recuerda Darío, A mí, recibirme me llevó más tiempo que al resto. Varias veces pensé en dejar, pero seguí adelante".

La historia de Darío también motivó a sus compañeros, que además de motivarlo a seguir adelante se interesaron de a poco en estudiar como él. Se acercan, le preguntan dónde pueden estudiar o cómo pueden hacer para anotarse en una carrera. "No es raro. Este es un trabajo bien pago, pero muy duro", afirma.

El año que viene ya no podrá trabajar, dado que la última instancia de la carrera son las prácticas, que le demandarán la mayoría de su tiempo y deberá moverse entre diferentes centros médicos durante 8 meses.



El amor por la profesión

Cuando le preguntan si se quiere especializar, Darío cuenta que quiere ser cirujano o trabajar en emergencias, también dice que apuesta por la salud pública y que su gremio es un lugar del que le gustaría ser parte, ahora, como médico. "Es un lugar al que le tengo cariño y que me ayudó mucho para que pueda estudiar", nos cuenta.

Las personas no siempre apoyaron ciegamente su decisión: "Muchos me preguntan por qué quiero cambiar de trabajo, si con lo que gano ahora estoy bien. Pero el tema no pasa por el dinero, sino por lo que quiero para el resto de mi vida”, expresa, "Desde el día que llegué a la facultad supe que me apasionaba estar en un hospital, en un centro de salud".

Ahora Darío está feliz, luego de 11 años de estudio y esfuerzo. "Todavía no caigo que ya haya completado el cursado. Cuando me anoté pensaba recibirme en 2018. No salió así, me llevó más tiempo. Pero es un buen fin de año. Yo me recibí, los chicos de la selección salieron campeones. Es un golazo terminar el 2022 así", comenta mientras sonríe.

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