Después de 14 días de internación en el Hospital José María Cullen de Santa Fe, la exboxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras presenta una evolución clínica estable. El parte médico más reciente indica que ha comenzado a respirar de forma espontánea con menos asistencia del respirador.
El doctor Néstor Carrizo, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva del hospital, explicó que cada día se logra una mayor independencia del soporte mecánico, lo cual representa un avance en su proceso de rehabilitación neurológica y respiratoria.
Reacción neurológica y parámetros clínicos
Según el informe médico, la paciente presenta momentos de apertura ocular y respuestas motoras limitadas, con movilización en el hemicuerpo derecho. Sus parámetros vitales, como la presión arterial, diuresis y función orgánica, se mantienen dentro de rangos normales.
La desconexión progresiva del respirador fue facilitada por la traqueotomía y la buena condición física de la paciente, resultado de su historia como atleta de alto rendimiento.
Etapas próximas en la recuperación
Los próximos pasos se enfocan en consolidar la respiración sin asistencia durante lapsos más prolongados. Esta mejora permitiría iniciar una kinesioterapia de mayor intensidad y establecer una mejor interacción con el entorno, según precisó el doctor Carrizo.
El equipo médico considera que el estado físico de la exdeportista, caracterizado por una alta reserva muscular y buena capacidad respiratoria, es un factor determinante para su recuperación.
Posibles secuelas motoras del ACV
El accidente cerebrovascular dejó como secuela una parálisis parcial del lado izquierdo del cuerpo. Los especialistas advierten que la afectación podría ser permanente, aunque algunos pacientes logran recuperar cierto grado de movilidad con tratamiento y rehabilitación prolongada.
El diagnóstico neurológico se mantiene sin empeoramientos desde la intervención quirúrgica realizada a mediados de julio, lo que permite avanzar en la planificación terapéutica.
Impacto emocional en la familia
Uno de los hijos de Oliveras, Alejandro, relató que los primeros diagnósticos fueron confusos y difíciles de procesar. Describió la situación como un “gancho al hígado”, aunque destacó el alivio que genera la evolución actual de su madre.
La familia atribuye la mejoría al estilo de vida saludable que Oliveras mantuvo durante años, caracterizado por entrenamientos regulares, alimentación cuidada y abstinencia de alcohol.
Origen del cuadro clínico
El ACV isquémico ocurrió mientras Oliveras dormía, lo que impidió su ingreso en la llamada ventana terapéutica de cuatro horas. Esta demora limitó las posibilidades de realizar procedimientos como una angioplastía o extracción de coágulos cerebrales.
El doctor Alejandro Musacchio, jefe de Neurorradiología Intervencionista, explicó que intervenir fuera del tiempo indicado podría haber generado complicaciones como una hemorragia cerebral.
Intervenciones médicas realizadas
Luego de ser atendida inicialmente en un hospital de Santo Tomé, Oliveras fue trasladada al Hospital Cullen. Allí, al tercer día de internación, se le diagnosticó un edema cerebral que requirió una craneotomía descompresiva el 16 de julio.
El procedimiento tuvo como objetivo reducir la presión intracraneal, evitando la afectación de otras áreas del cerebro. Según el equipo médico, la respuesta fue positiva y la paciente continúa en estado de observación permanente.
Acompañamiento familiar y agradecimiento público
Los hijos de la exboxeadora expresaron su agradecimiento a quienes han acompañado el proceso de recuperación. Alejandro destacó el apoyo recibido a través de mensajes, oraciones y muestras de afecto, valorando el impacto emocional que esto genera en la paciente.
El vínculo familiar permanece estrecho, con visitas frecuentes y contacto directo con la paciente durante su internación. La unidad entre los hermanos fue mencionada como un factor de contención en este momento delicado.
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