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12 agosto 2024

"Nadie quiere trabajar": Va a perder miles de toneladas de cosecha porque no consigue personal. Su historia.

Una productora de limones en Misiones, Isabel Freiberger, enfrenta una crisis laboral que amenaza con la pérdida de miles de toneladas de su cosecha. Según relata, "nadie quiere trabajar", y este problema se ha vuelto crítico al punto de poner en riesgo más de 1.000 toneladas de limones que podrían perderse en el suelo, sin ser levantados.

"Nadie quiere trabajar"

Freiberger, quien posee una finca en El Dorado, detalló en medios nacionales cómo la negativa de las personas beneficiarias de planes sociales a ser empleadas en blanco se ha convertido en un obstáculo insalvable. Según explicó, al momento de solicitar el DNI para registrarlos en la AFIP, los trabajadores potenciales se rehúsan debido al temor de perder beneficios sociales como la Tarjeta Alimentar y el salario universal.



"El problema no es encontrar personas dispuestas a trabajar, sino que no quieren ser empleados en blanco", expresó. La productora agregó que, aunque se les garantiza un sueldo con aportes tras tres meses de trabajo, la mayoría se niega rotundamente, argumentando que no pueden permitirse pasar tres meses sin sus programas sociales.



Consecuencias para la producción frutícola

El impacto de esta situación es devastador para la producción frutícola. Freiberger explicó que el mantenimiento de las plantas es crucial durante todo el año, y que sin el personal adecuado, las tareas esenciales como el control de hormigas, la limpieza de enredaderas y la cosecha final de los limones no se pueden realizar. "Los limones maduran, caen al suelo y, al no tener a nadie que los recojan, se pudren allí", lamentó.



Una problemática extensa en las economías regionales

El problema no es exclusivo de la finca de Freiberger. Pablo Vernengo, director ejecutivo de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), señaló que esta problemática es recurrente en muchas economías regionales. La dificultad para contratar personal en blanco y brindar empleo de calidad se ve agravada por las políticas de asistencia social de la ANSES.



La situación descrita por Freiberger pone de manifiesto una crisis en el sector agrícola que podría tener consecuencias a largo plazo. La combinación de la falta de personal dispuesto a trabajar en blanco y las políticas de asistencia social vigentes está generando un círculo vicioso que afecta no solo a los productores, sino también a la economía regional en su conjunto. Sin una solución efectiva, miles de toneladas de productos podrían seguir perdiéndose, afectando tanto a la oferta como a la demanda en el mercado.

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